domingo, 17 de mayo de 2015

El período de adaptación en Son Coret.


La socialización es una conquista que puede ser vivida con placer -si hay respeto y aceptación- o como algo desagradable -si es exigida o impuesta-. ¿Quién no recuerda los besos forzados de tal o cual vecina?  ¿Qué hay de sano en obligar a un niño o a una niña a dar besos a cualquier “conocido”?

La socialización no se inicia en estas edades, se trata de un proceso gradual que los niños y las niñas han de ir conquistando por sí mismos, sintiéndose confiados y seguros.

Para que el proceso de socialización se realice de manera natural y espontánea es necesario que se hayan sentido respetados y comprendidos en sus primeras relaciones, primero dentro y más tarde fuera del núcleo familiar.
Por eso para nosotras es tan necesario que el período de adaptación a nuestro hogar se haga de una manera paulatina y consciente, con vuestra presencia durante el tiempo que cada bebé, cada niña o cada niño necesite para poder separarse de vosotros sin una angustia excesiva.

Consideramos que el bebé ha de ir familiarizándose con el entorno, que ha de poderlo explorar de manera segura y confiada, contando con vuestra presencia y consentimiento implícito. Paralelamente irá acostumbrándose a ver y a escuchar a la educadora, que lo mirará, lo escuchará y lo atenderá en sus necesidades, considerando sus deseos y acompañándolo en sus procesos. Así, de una manera natural el bebé se irá adaptando a nuestro hogar, un hogar que no es el suyo, pero que puede vivir como semejante y que cumple con su función primordial de nido, un hogar donde sentirse seguro, protegido, amado y respetado, necesidades que si son satisfechas favorecen el deseo de aprender.

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